LA HISTÓRIA QUE VIVIMOS CASI TODOS NOSOTROS
Me acuerdo de cuando terminé en la Escuela Superior de Arte Dramático: no tenía material, no sabía como conseguir castings, preguntaba a compañeros pero, con muy buena intención, me daban mil versiones distintas de lo que tenía que hacer.
¡Y lo peor de todo es que con las cosas que nos decimos nos provocamos miedo!
Seguro que alguna vez os han dicho cosas como: "no hagas esto aún porque si no lo tienes todo perfecto se te cerrarán puertas".
¡Perdí tantísimo tiempo de mi vida y mi carrera de actor por cosas así o por no saber cómo moverme!
El camino del 99% de los actores es muy difícil, y el mío no es una excepción: empecé de bastante mayor, sin experiencia y sin ayudas. Imaginarme en una producción de Netflix parecía un sueño irrealizable, lo único que me preguntaba era: ¿de dónde voy a sacar los trabajos que me deben proporcionar material si para conseguir cualquier papel me piden material para enseñar? Y, por supuesto, ni idea de cómo conseguir representante o darme a conocer a los directores, productores o directores de casting. De hecho, cuando lo intenté nadie me respondía porque el material que mandaba era completamente equivocado.
Pero es que una vez sobrepasamos todos estos problemas, aún nos encontramos con el más grave:
El 80% de los actores no consiguen vivir de esto
¿Y qué hacemos? Creer en los consejos de otros actores que, en el fondo, están tan perdidos como nosotros. Y eso provoca que avancemos muy lentamente en nuestra carrera, y en muchísimos casos que la abandonemos.
Nadie, nunca, me había explicado lo que me iba a encontrar
Y lo que me encontré es una de las pocas profesiones del mundo en que, aunque lo hagas todo perfectamente, nadie te puede garantizar que consigas vivir de esto. Eso sí, si sigues los pasos correctos tendrás muchísimas más posibilidades de conseguirlo. Y si creo que hay un secreto en mayúsculas en esta profesión es exactamente ese:
Esto se trata de moverse continuamente para aumentar nuestras POSIBILIDADES de trabajar.
He estado a puntísimo de dejar la profesión hasta en tres ocasiones. Pero aquí sigo, a base de una tozudez enfermiza y de equivocarme una, dos y muchísimas veces y de aprender de esos errores. De darme de golpes contra muchos muros; de levantarme, caerme y volverme a levantar hasta encontrar mi camino, que no deja nunca de construirse porque aún tengo que lidiar con la enormísima competencia que hay en este mundo. Y para eso los actores que se abren un hueco dedican muchísimas horas de trabajo que no son actuando.
Si esperabas que esto iba a ser fácil, te autoengañaste
Pero aún hay más, porque cuando empecé a trabajar me tuve que enfrentar a unas presiones enormes a las que me tuve que adaptar rapidísimamente, porqué en caso contrario el fracaso está asegurado: producciones de miles y millones de euros que recaen en nuestras espaldas, el trabajo y el tiempo de decenas de personas comentando nuestro trabajo y que dependen de que hagamos bien nuestras escenas para poderse ir a casa, la gestión del éxito y del fracaso, los enormes altibajos profesionales...
Demasiados casos hay de actores que no estuvieron preparados para esa presión, se han llevado esos bloqueos a rodajes obligando a retrasarlos o paralizarlos.
Y si eso te pasa, por supuesto olvídate que te vuelvan a llamar.